Por increíble que parezca, todavía quedan empresas que tratan de adentrarse en Internet rompiendo uno de los principios básicos de la identidad corporativa digital: no tener página web propia. Resulta llamativo que metidos en la segunda década del siglo XXI todavía queden resquicios corporativos donde se trate de comunicar en la red sin cuidar algo tan básico.
De ahí que decida dedicar unas líneas a las que, desde mi punto de vista, son cinco razones indiscutibles para que una empresa disponga siempre de una identidad corporativa lo suficientemente sólida en la red. Cualquier intento de comunicación que se aleje de estos principios básicos puede terminar provocando problemas a la propia empresa.
Primer punto: ten en tus manos siempre el dominio de tu marca, y a ser posible en las extensiones más comunes (.COM, .ES, .NET) porque así tendrás la ventaja competitiva que supone llevar la marca en la URL. Y no solo eso: también te alejarás de aquellos ávidos usuarios de la red que compran dominios de marcas libres y después tratan de venderlos por cantidades desorbitadas.
Segundo punto: nunca utilices servicios de alojamientos públicos. La imagen que dará estar alojado en un sitio público será nefasta. Puede que el usuario menos avanzado no se percate de esto, pero la persona que tiene conocimientos medios de Internet puede interpretar esta situación como una debilidad de la empresa que no hace un gran favor a la imagen de marca.
Tercer punto: contrata un hosting decente y con buen servicio técnico. Si eres una PYME, no necesitas un servidor dedicado. Por 20-30 euros al mes tendrás alojamiento suficiente para tu web corporativa, incluyendo blogs, foros, plataformas de comercio electrónico, etc. La inversión es mínima y los resultados pueden ser muy positivos.
Cuarto punto: Tú decides lo que dices, cómo lo dices. En tu propio dominio/web, eres dueño de las palabras, de las imágenes y de los vídeos que allí se muestran. Puedes abrirte a los comentarios de los usuarios, pero siempre serás capaz de elegir cómo, cuándo y dónde los muestras. No existe nada mejor que un sitio propio para mostrar información sin contaminar.
Quinto punto: redes sociales sí, pero nunca como único soporte de comunicación. Conozco varias empresas que centran toda su comunicación en las redes sociales (Facebook, principalmente) y se olvidan de su página oficial o simplemente no la tienen. Gravísimo error. Recuerda que en redes sociales la comunicación es de todos, no solo tuya.
Dicho esto, cabe destacar que la inversión para disponer de una web corporativa en Internet es mínima. No se necesitan demasiadas florituras (a nivel de diseño y programación, el coste depende de lo que necesitemos) para comunicar en Internet con acierto y elegancia. Un blog instalado en un hosting y con un dominio no superará los 30 euros al mes de coste fijo o puedes usar la versión premium del sistema de bloging Overblog (que yo mismo uso en emiliomarquez.com).
Por tan poco, merece mucho la pena tener morada digital.