Los tiempos cambian y cada pocos años se plantean nuevas realidades en Internet. Esto nos lleva a encontrarnos con extensiones de dominios antes no utilizadas y vinculadas a sectores empresariales, naciones, etc. Los dominios también crecen y se renuevan poco a poco para potenciar la estabilidad de un mercado en constante desarrollo.
La ICANN, organismo norteamericano encargado de la administración de las extensiones de dominio, se prepara nuevamente para recibir una vez más peticiones de nuevas extensiones de dominios durante el curso 2012-2013 (PDF). La primera ronda de peticiones se iniciará en enero del 2012 y concluirá en abril de ese mismo año.
A partir de aquí, aquellas extensiones que resulten aprobadas comenzarán a estar activas durante el último trimestre del 2013, concretamente en noviembre, según las estimaciones del ICANN, que ha invertido grandes cantidades económicas en la gestión y el desarrollo del plan necesario para la creación de las nuevas extensiones de dominio.
Precisamente por ello, el proceso se nutrirá de un máximo de 1.000 peticiones por cada ronda, y los solicitantes tendrán que sufragar diferentes gastos al formalizar la petición. Los ingresos totales por peticiones entre 2012 y 2013 son de 84,24 millones de dólares (60 millones de euros apróx.) según las estimaciones de la ICANN.
La introducción oficial de nuevas gTLD’s es un proceso largo y laborioso, que requiere de fuertes trámites realizados en el organismo y de la aprobación definitiva del mismo. Lo cierto es que este camino no es nuevo, pues comenzó a recorrerse hace más de una década con la creación de un grupo de trabajo especial.
¿Cómo afecta la introducción de nuevas gTLD’s al negocio domainer? De manera directa, pues es posible ampliar los horizontes de negocios utilizando extensiones que sean aplicables a nichos de mercado concretos. Los frutos del proceso, como digo, en poco más de un año.
