La propiedad sobre los nombres de dominios no es algo eterno. Cuando contratamos un dominio, lo hacemos por periodos anuales. Un contrato básico es de un año, aunque podemos prolongar nuestros dominios tanto como deseemos hasta un límite según la normativa de uso de cada extensión. Tal es así que los servicios de registro de nombres de dominios ofrecen sistemas de auto renovación para que no perdamos nuestros mejores dominios por descuido.
¿Qué sucede cuando deseamos comprar un dominio que está a punto de caducar? Comprobando la información del propietario del dominio (WHOIS) accederemos a datos claves como el correo de contacto, los datos de contacto de su propietario (particular o empresa) y la fecha de expiración, entre otros.
Quizás pensemos que la fecha de aspiración marca el punto de partida para un cambio de manos, pero nada más lejos de la realidad: a partir de esa fecha faltan aún más de 60 días para que el dominio vuelva a estar en circulación, así que olvídate de comprar el dominio el día después de su expiración.
La situación es que el propietario del dominio podrá recuperar su dominio incluso después de no renovarlo. En concreto, existe un periodo de 40 días en el que el propietario puede renovar el dominio. Posteriormente, existen una serie de días restantes durante los que el dominio también se puede renovar, aunque el precio puede superar los 100 dólares e incluso más.
Una vez finalizado este periodo, el dominio pasará a estar de nuevo libre, sin propietario, y pendiente de ser capturado por los servicios especializados en este tipo de recuperaciones. En total, tendremos que esperar hasta 75 días desde la fecha de expiración del dominio para poder hacernos con una dirección web.
Mucho cuidado, si dejamos caer por no renovar a tiempo un nombre de dominio interesante, habrá muchos que estén atentos para capturar nuestros dominios.