La fuerza del comercio electrónico está creciendo en estos últimos años. Algo que inicialmente se planteó como minoritario y propio de los heavy users de Internet, está en plena expansión de audiencias. Cada vez son más las personas que compran por la red, que encargan productos a través de tiendas online. El miedo a comprar en la red sigue presente, pero el cambio generacional contribuye a reducirlo y a generar confianza.
El e-commerce solo tiene una dirección que seguir: la del crecimiento. La nueva situación de Internet con la Web Social a la cabeza también está modificando nuestra manera de comprar productos por Internet. Seamos compradores de hardware o de objetos de andar por casa, nuestra conexión con las redes sociales se ha sumado a la comparativas de productos que encontramos en foros y comunidades.
Las recomendaciones de nuestros amigos más cercanos se han instalado en Facebook y Twitter, donde nuestros comentarios son leídos por personas de nuestro círculo y las valoraciones de éstas adquieren un mayor impacto sobre nosotros. La compra social se expande, crece y nos convence. Por recomendación somos capaces de comprar productos que en otro contexto difícilmente nos terminarían atrayendo.
En el momento actual, creo que podemos establecer tres tipos de comercio electrónico:
- Comercio electrónico propio: Realizado directamente desde nuestra propia plataforma. Gestionamos todo: productos, diseño web, ofertas, contenidos… Es la modalidad más extendida entre las tiendas que dan el salto a la venta online y la más habitual una vez que nos decidimos a atacar la red. También podemos considerarla como la vía de crecimiento más madura entre todas las posibilidades.
- Comercio electrónico con terceros: Utilizando plataformas de terceros o canales de venta generalistas (eBay, que es el reino de los coleccionistas). Es la opción más recomendable cuando se desea vender a través de Internet, pero no se tiene la infraestructura o la inversión necesaria para actuar. Se pueden conseguir resultados loables a partir de partir de esta fórmula. Puede ser un correcto primer paso para comenzar a vender en la red.
- F-commerce: Nueva tendencia. Utilizar las redes sociales, en especial Facebook, para vender productos. Quizás sea la variante más complicada de llevar a cabo por aquello de que requiere de una plataforma de venta externa, pues la red social generalista no permite la venta de productos.
Con estas tres fórmulas y alguna más que se podría discutir (venta por marca blanca, por ejemplo), se manejan las claves del comercio electrónico. A gran escala, las opciones posibles conllevan la mezcla de las tres variantes para conseguir resultados. Sin embargo, los pequeños del e-commerce suelen recurrir a solo una de ellas. Mi recomendación es medir nuestras posibilidades y encaminarnos hacia la opción que mayores posibilidades nos conceda. Tener las ideas claras en el e-commerce es la clave para crecer.