Como hemos visto a lo largo de los presentes artículos de este blog sobre Inversión en Dominios, la adquisición de dominios puede realizarse por dos vías principales: compra directa en empresa de registro o compra indirecta en el mercado secundario a través de los conocidos domainers, es decir, profesionales especializados en la adquisición de dominios.
Sin embargo, también existe una opción: la subasta de dominios. Como la propia palabra indica, la subasta de dominios implica la puesta en marcha de pujas entre varias personas para la compra de una dirección web. Obviamente, aquí los precios no son fijos, pues oscilan en función de las diferentes pujas.
A la hora de acceder a subastas podemos recurrir a servicios como el ofrecido en Sedo (la principal empresa de subasta y compra / venta de dominios), que periódicamente ofrecen subastas de dominios para todo tipo de clientes. Estos dominios pueden funcionar correctamente para el lanzamiento de sitios en nichos de mercado concretos correspondientes a determinadas palabras claves.
Estas subastas se anuncian previamente con días de antelación y funcionan de manera tradicional, es decir, indicando qué suma de dinero estamos dispuestos a pagar y esperando reacciones.
Cuando somos propietarios de un nombre de dominio que queremos vender también podemos acceder a estas subastas. Incluir nuestro dominio en venta en las subastas depende de las cláusulas establecidas por la empresa organizadora de la misma, que tendrá en cuenta factores como la calidad del dominio, su extensión, etc.
